Un día te das cuenta que siempre has tenido una venda que no te dejaba ver con claridad. Lo complicado en verdad era sencillo, lo que parece muy lejano está más cerca de lo que piensas y aquello que parecía imposible lo puedes conseguir  en un momento.
Te das cuenta que no existe ni el dolor, ni el miedo. Nada puede hacerte daño y siempre serás feliz. Que las guerras son solo peleas entre dos niños pequeños por un caramelo y que el amor triunfa en todo el mundo.
Un día reflexionas y piensas en mejorar, en agradar a los demás y no pensar solo en ti mismo. Te das cuenta que no vives en un mundo que es egoísta.
El día que te des cuenta de todo eso despierta, estas soñando.